Como ya se aprecia desde el primer vistazo, las formas escalonadas suponen el hecho característico del proyecto. Lejos de tratarse de un juego volumétrico, el giro de las viviendas tiene como objetivo mejorar la orientación, sobre todo la de la franja trasera, que consigue mirar hacia el suroeste en lugar de la alineación noroeste de la parcela y hacia el talud, considerada como inadecuada desde los primeros bocetos del proyecto.

La organización funcional de mayor rendimiento y aprovechamiento parcelario, tanto para las plantas de los alojamientos como para las plazas de garaje, consiste en una doble orientación desde un pasillo central. Es decir, un carril de circulación con aparcamiento en batería a ambos lados, y en las plantas altas los alojamientos enfrentados a lo largo del corredor.

El edificio cuenta con 52 alojamientos y 27 plazas de garaje, dos de ellos adaptados. Suman 42 alojamientos de un dormitorio (incluidos los dos adaptados) y 10 de dos dormitorios. En el extremo sur del edificio se encuentra el núcleo principal. Por tanto, esta zona se convierte en el distribuidor de las plantas altas, aunque el corredor finalice, al norte, en otra escalera de evacuación (coincidente en su salida al exterior con la escalera de evacuación del sótano).

Este distribuidor es un lugar iluminado gracias al ventanal de la escalera y comprende la zona de ascensores.  También se encuentran en este lugar de la planta otros alojamientos, cuya entrada se ha retranqueado para mejorar su privacidad.